8 Reglas dietéticas que deberías romper cuanto antes
La cultura de la dieta, tal y como la conocemos hoy en día, ha convertido en habituales las regulaciones alimentarias arbitrarias en nuestra sociedad. Estos principios se expresan frecuentemente como directivas precisas sobre qué, dónde y cómo debemos consumir los alimentos.
Sin embargo, muchas de las regulaciones alimentarias que nos hicieron creer antes no tienen mucho sentido ahora. Son excesivamente restrictivas, poco prácticas o poco científicas y, además, suelen ser perjudiciales para la relación con la comida.
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Nuestro cuerpo, nuestras exigencias nutricionales, nuestras preferencias, nuestra cultura, nuestro historial de salud, nuestro acceso a los alimentos, nuestra economía y nuestro estilo de vida influyen a la hora de determinar las opciones dietéticas óptimas.
Por ello, los hábitos dietéticos generales e inflexibles no funcionan para todo el mundo. A continuación, te presentamos algunos mitos sobre la dieta de los que debes deshacerte, basados en la investigación científica, para tener una relación saludable con tu comida.
1. Deshacerse de los carbohidratos
Una de las normas de la dieta más exasperantes es decir adiós a los alimentos ricos en carbohidratos, ¡sobre todo porque la mayoría de los alimentos que te gustan tienen un alto porcentaje de carbohidratos! Pero, honestamente, no necesitas evitar ningún grupo de alimentos si no tienes una alergia o sensibilidad a ellos, y esto incluye a los carbohidratos.
Aquí hay algo que debes tener en cuenta. Los carbohidratos y el gluten no causan aumento de peso. El hecho es que el exceso de cualquier comida conduce a un consumo excesivo de calorías, y eso podría provocar un aumento de peso. Así que hay que atender a una dieta equilibrada y no dejar de lado ningún alimento.
Además, eliminar tipos de dieta puede provocar carencias vitamínicas. Por ejemplo, si evitas la fruta porque te asustan los dulces, estarás perdiendo fibra, vitaminas, minerales y potentes antioxidantes.
2. No cenar
Comer a última hora de la noche no perjudica intrínsecamente tus esfuerzos por perder peso. Si siempre tienes hambre por la noche, podría ser porque no estás comiendo lo suficiente durante el día. También podría estar preocupado o agotado.
3. Elegir un objetivo extremadamente bajo en calorías
Hacer dieta no es lo mismo que matarse de hambre, y si la dieta que has elegido hace que tu barriga ruge y tu cuerpo se debilite, es hora de dejarla y comer algo nutritivo. Gastamos mucha comida como energía para completar las tareas mundanas.
Por ello, necesitamos repostar. Puede ser agradable utilizar la "fuerza de voluntad" y el "control" para conseguir un déficit calórico importante, pero créenos, ¡nunca dura! Puedes probar todas las dietas de choque que quieras, pero eventualmente, tu cuerpo cederá a los antojos sin un horario estricto y una nutrición adecuada.
4. Si tienes hambre, debes comer
Antes de iniciar cualquier aventura de fitness, ya sea para ganar, disminuir o mantener el peso, calcula la cantidad de nutrición que requiere tu cuerpo. Puede utilizar una de las numerosas calculadoras en línea para ayudarle a elegir un punto de partida adecuado, o puede consultar a un profesional como su médico o un dietista registrado. A continuación, elija cuidadosamente una cantidad de calorías que suene atractiva y que prometa ayudarle a perder peso con prontitud.
5. Una obsesión con el conteo de calorías
Como persona nueva en la pérdida de peso, conocerás los alimentos por las calorías que contienen. Así, un plátano tiene 89 calorías para ti, y una manzana tiene 52 calorías. Todo es divertido hasta que te obsesionas con ello.
Todo serán 'números' para ti, y aunque se te antoje algo, te contendrás después de calcular si puedes quemar esa caloría con tu entrenamiento. La vida es algo más que contar cuántas calorías puedes quemar con tus actividades. Es hora de que comas sano y te estreses menos con la comida.
6. Entrenamientos intensos
Si eres culpable de esto, hay que dejarlo cuanto antes. Si no eres un fanático del fitness y no disfrutas pasando tiempo con el equipo del gimnasio, entonces es hora de dejarlo. El gimnasio no es el único lugar para perder los kilos de más, y puedes elegir un ejercicio más adecuado a tu naturaleza. Incluso puedes perder peso haciendo algo divertido como bailar o limpiar la casa (¡no tan divertido!).
7. Saltarse el postre
Sí, el azúcar no es bueno para la salud, pero eso no significa que todos tus platos dulces tengan que estar hechos sólo de azúcar. Puedes comer algo saludable como un yogur con frutas picadas o fruta entera. Si se te antoja algo, siempre puedes sustituirlo por algo más sano.
8. Tener hambre y jugar con tu cuerpo
Deja de beber agua, de masticar chicle, de bañarte, de hacer ejercicio o de utilizar cualquiera de los otros "trucos" para no comer cuando tienes hambre. En su lugar, dedica tu tiempo y energía a pensar en lo que estás consumiendo.
Permítase tener antojos de comida. Mantenerse sano es la forma ideal de llevar la vida, pero no significa que tengas que pasar hambre y castigarte por cada caloría extra que ganes.
En su lugar, acepta tu tipo de cuerpo y mantén un objetivo de peso corporal ideal para ti. Si tu dieta no está hecha para tu tipo de cuerpo, habrá señales sutiles de tu cuerpo que te dirán lo contrario. ¿Cuál de estos secretos de la dieta te ha sorprendido más? Háganoslo saber en la sección de comentarios.
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